Según la corporación Rand, un 70% de los científicos e ingenieros extranjeros que cursan sus doctorados en universidades de EEUU se quedan a vivir en el país del norte luego de haberse graduado.
Peor aún (para nosotros), Estados Unidos se anota el 40% del gasto global en investigación y desarrollo (I+D), emplea al 70% de los premios Nóbel a nivel mundial y posee un 75% de las principales 45 universidades del mundo.
Curiosamente sin embargo, el sistema escolar estadounidense falla en forma miserable a la hora de forjar mentes locales que brillen en matemáticas y ciencias, por lo que depende en gran parte de “importar” profesionales extranjeros -sobre todo desde Europa y Asia- para mantener su liderazgo.
¡Chan!
Peor aún (para nosotros), Estados Unidos se anota el 40% del gasto global en investigación y desarrollo (I+D), emplea al 70% de los premios Nóbel a nivel mundial y posee un 75% de las principales 45 universidades del mundo.
Curiosamente sin embargo, el sistema escolar estadounidense falla en forma miserable a la hora de forjar mentes locales que brillen en matemáticas y ciencias, por lo que depende en gran parte de “importar” profesionales extranjeros -sobre todo desde Europa y Asia- para mantener su liderazgo.
¡Chan!
Este tema tan interesante, por supuesto, aparece en el sitio web de mi ícono informático: El Francotirador. Yo creo que el problema tiene más aristas, por ejemplo, preguntarse qué están haciendo esas mentes brillantes. Porque si tienen a grupos selectos de científicos para mantener el mundo en las condiciones en que está, cuál es la gracia. Aún tiene, al menos para mí, más sentido y significado ético y cultural observar a las mentes brillantes que no pierden contacto con la realidad y la necesidad de superarla, cuando corresponda, como por ejemplo Angel Rama, Rigoberta Menchú, o los pocos sabios que en el mundo han sido y que aún mantienen la fe en la corta y angosta franja.
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